El Cambio Climático en tu jardín

¿Cómo afecta el cambio climático a tu jardín?

El calentamiento global es un aumento gradual de la temperatura global y no, no significa que de pronto en diciembre, en plena navidad, estemos a 25ºC. Quizás nosotros no lo notemos tanto o tardemos más tiempo en percibirlo, ya que al ser un cambio gradual la variación año a año no la percibimos.

Pero NUESTRAS PLANTAS SI!!! Entonces, ¿Cómo afecta el cambio climático a tu jardín? El cambio climático en tu jardín puede hacer estragos.

Las plantas tienen ciclos que se van sucediendo a lo largo de su vida y estos ciclos cambian y varían en función de cómo se suceden las estaciones. La fenología se encarga de estudiar esto, la relación entre los factores climáticos y cómo los seres vivos reaccionan a ello.

Por ejemplo, se está observando que la caída de la hoja en los árboles caducos se ha retrasado entre 1 y 3 días por década. También las menores precipitaciones de lluvia hacen un severo efecto sobre las plantas de tu jardín, pudiendo retrasar floración o, en el caso de frutales, reduciendo el número de frutos y el tamaño de estos.

Pero, ¿Qué podemos hacer para combatirlo?

Estamos acostumbrados a ver en las noticias que la temperatura ha subido 1.5ºC a escala global o que las sequías o inundaciones son cada vez más recurrentes. Pero en muy pocos sitios te dicen qué puedes aportar. Recuerda que gota a gota nace un río, y poco a poco entre todos podemos revertir la situación.

1. Reduce/optimiza el consumo de agua.

Como todos sabemos, un jardín requiere de grandes cantidades de agua para su mantenimiento (no todos, obviamente, pero si por lo general) sobre todo los jardines basados en céspedes. Contar con sistemas de medición de humedad que determinen el momento y la cantidad exacta de agua que requiere el suelo sería lo ideal, pero seamos honestos, no todos tenemos esa posibilidad. Lo más ideal

sería reducir el tiempo de regado y, sobre todo, hacerlo durante el ocaso ya que de esta manera evitamos que el agua se evapore demasiado deprisa y aguante más en el suelo retenida.

Otra buena opción es hacer uso del riego por goteo o localizado, reduciendo con ello la dispersión del agua y así la pérdida por evaporación.

2. Reducir el uso de fertilizantes y pesticidas.

Los fertilizantes, en su mayoría, liberan en el suelo componentes que si bien son buenos y necesarios para la planta, pueden no ser requeridos en todo momento, y pueden liberar agentes químicos (en el caso de los pesticidas) que ahuyenten o incluso eliminen los insectos polinizadores tan necesarios para nuestro jardín (y para el resto). Es preferible el uso de fertilizantes y productos naturales que, aun no teniendo el efecto tan drástico, también son efectivos. Recuerda que un jardín con insectos, es un jardín sano.

3. Utiliza plantas autóctonas.

Aunque las plantas exóticas puedan parecer perfectas para tu jardín, por sus formas o colores, lo mejor es disponer de plantas locales. Tan locales como se pueda. Esto se debe a que estas están adaptadas

al clima, requieren de menos cuidados especiales (como menor consumo de agua) y, para qué engañarnos, son perfectas.

4. Uso de plantas xerófitas y suculentas.

Las plantas xerófitas y las suculentas se caracterizan por su bajo requerimiento hídrico. Ello quiere decir que vamos a necesitar bajos niveles de agua para mantenerlas. Además, son plantas que se adaptan muy bien a los diferentes entornos y dan un toque diferente a nuestro jardín.

Estos son algunos tips, de los muchos que podemos encontrar, para adaptar nuestro jardín a las condiciones actuales y futuras provocadas por el cambio climático.

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